Claudio Iglesias Darriba[1], Presidente de la Comisión de Derecho Ambiental de Asociación Civil Abogados Unidos
Palabras clave
Derecho ambiental, cambio climático, mitigación, gases de efecto invernadero, etiqueta de eficiencia energética, derecho del consumidor, ambiente.
Sabemos que el “cambio climático” comenzó como consecuencia de la explotación masiva de combustibles fósiles en tiempos de la revolución industrial. Si bien esta es una simplificación excesiva del tema, puede resultar útil para comprender que el mencionado cambio es producto de la acción directa o indirecta del ser humano. En este punto, debemos diferenciar el “cambio climático de la llamada “variabilidad climática”, que es la variación del clima debido a causas naturales. Es lo que ha ocurrido en la Tierra desde sus comienzos hasta los tiempos de la revolución industrial, y que sigue ocurriendo sin intervención humana: fenómenos como El Niño o La Niña, los huracanes en el hemisferio Norte, o las intensas lluvias en la Región Pampeana, son ejemplos de variabilidad climática. Sin embargo, desde mediados del siglo XIX todos estos fenómenos se han visto incrementados en su intensidad (cosa que observamos a simple vista) debido al cambio climático.
El cambio climático, además, se ha acelerado fuertemente en los últimos años. Esta situación ha sido puesta de relieve en un reciente informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC),[2] que recuerda que las actividades humanas han causado un calentamiento del planeta de aproximadamente 1,0°C (un grado centígrado) con respecto a los niveles anteriores a la revolución industrial.[3] Asimismo, el mencionado informe sostiene que la temperatura media global en superficie observada en el periodo 2006-2015 fue más alta que el promedio de todo el período 1850-1900; y que, de continuar al ritmo actual de calentamiento, el mundo llegaría a un calentamiento provocado por la actividad humana de 1,5°C aproximadamente en 2040. (IPCC, 2019) Esta situación genera actualmente la extinción diaria de cientos de especies y generaría, entre otros efectos, una subida del nivel del mar con la consiguientes inundaciones (y eventual desaparición) de las poblaciones costeras. (IPCC, 2019)
Existen muy diversas políticas destinadas a mitigar los efectos del cambio climático. Sin embargo, existe una que es recomendada por múltiples sectores ya que está al alcance de todos los consumidores: la “eficiencia energética”. ¿En qué consiste la eficiencia energética? Básicamente, en el uso de menos energía para producir la misma cantidad de servicios o producción útil (Dunlop, 2019).
¿Por qué la eficiencia energética tiene un papel central en la lucha contra el cambio climático? Muy sencillo: Porque reduce las emisiones de gases de efecto invernadero (en adelante, GEI) tanto directas, como indirectas. Las emisiones directas son las provienen de la quema de combustibles fósiles, y las indirectas son las que provienen de la generación de electricidad. Además, la “eficacia” de la eficiencia energética, (como política económica) reside en que es la “mejor herramienta de bajo costo” para reducir las emisiones de GEI, especialmente en estos tiempos en que la economía global no cuenta aún con normas u objetivos vinculantes para la reducción de esos gases.
En este punto debemos referirnos a las llamadas “etiquetas de eficiencia energética” (en adelante, EEE), que son certificaciones colocadas en ciertos productos, (por terceros ajenos al fabricante) que acreditan la eficiencia energética de los mismos. Al menos eso hacen en el sistema argentino. En otros sistemas cumplen -además- otras funciones, tales como exhibir el impacto del producto sobre el ambiente o el clima.[4] (Huh, Jo, Shin, & Yoo, 2019)
El uso de las EEE se funda, entre otros motivos, en la necesidad de cumplir los preceptos de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, suscripta en 1992,[5] y las metas del Acuerdo de París sobre Cambio Climático, suscrito en 2015.[6] Asimismo, tienen por finalidad la protección de los consumidores, cuyo máximo fundamento encontramos en el Art. 42 de la Constitución Nacional, y en el ordenamiento consumerista derivado, vale decir, el Código Civil y Comercial de la Nación, la Ley 24.240, y la normativa consumerista internacional.
Resulta de particular interés en materia de cambio climático, que la Argentina haya incorporado la Decisión del Consejo del Mercosur N° 26, del 28/06/2007,[7] especialmente referida al “consumo sostenible”, el cual es definido como el uso de bienes y servicios que responden a necesidades del ser humano y proporcionan una mejor calidad de vida, y al mismo tiempo minimizan el uso de recursos naturales, sin poner en riesgo las necesidades de las generaciones futuras. Justamente, el uso de las EEE se orienta al logro del consumo sostenible. En tal sentido, estas figuras resultan imprescindibles, tanto para la protección de nuestros consumidores, como para el logro de las metas climáticas de la Argentina.[8]
En Argentina, la Secretaría de Energía de la Nación publica la normativa sobre etiquetado de eficiencia energética, en su página web.[9] En dicho sitio web pueden consultarse las EEE correspondientes a cada tipo de electrodoméstico, a saber: aire acondicionado, lámparas, heladeras, horno y hornallas, calefones, lavarropas, termotanques, televisores y microondas. Como regla general de interpretación de las EEE argentinas, la Secretaría de Energía publica una EEE de estilo genérico con una escala de valores que van de la “A” a la “G”, la cual aclara lo siguiente:
– Mayor eficiencia = color VERDE + letra “A”
– Menor eficiencia = color ROJO + letra “G”
Las EEE argentinas se encuentran reguladas por distintas Normas ISO. Así, podemos observar, por ejemplo, que las EEE de los refrigeradores, los lavarropas, y los acondicionadores de aire, son diferentes entre sí. Esto se debe, justamente, a que su regulación corresponde a tres normas ISO distintas.[10]
Por otro lado, existen múltiples estudios acerca de la influencia de las EEE en las “decisiones de compra” de los consumidores ha sido estudiada desde hace décadas con enfoques muy variados. Así, ya en los comienzos de su aplicación, Hutton y McNeill (1980) consideraban que su estudio en los EE.UU. y Canadá permitiría desarrollar políticas energéticas eficaces en las siguientes décadas (Hutton & McNeill, 1980).
Hoy en día, múltiples estudios consideran que las EEE son poderosas herramientas para combatir el cambio climático. Así, un reciente informe sobre el uso de las EEE en China, muestra que, desde su implementación en 2004, estas etiquetas generaron un considerable aumento de decisiones de compra energéticamente eficientes -por parte de los consumidores- y que ello resultó una conducta de mitigación del cambio climático. (Zhang, Zhang, & Nie, 2021). Otra encuesta (igualmente reciente) sobre consumidores urbanos chinos, encontró que el principal factor que afecta sus intenciones de compra hacia electrodomésticos de bajo consumo energético es la “conciencia ambiental”. Asimismo, encontró que los “mayores precios” de este tipo de electrodoméstico no afectaron directamente su intención de compra.(Hua & Wang, 2019).
Por su lado, una reciente encuesta (sobre los consumidores de Bilbao, España) mostró que todos los participantes coincidieron en que el uso de las EEE en la compra de electrodomésticos ayudaría a “mitigar”el cambio climático (De Ayala & Foudi, 2021). Tan importante es la presencia de las EEE en los productos energéticos, que muchos estudios consideran que los consumidores estarían dispuestos a pagar precios mayores por los productos etiquetados como “más eficientes”, vale decir con una mejor categorización de eficiencia energética. (Heinzle & Wüstenhagen, 2012; Shen & Saijo, 2009)
Finalmente, podemos concluir que:
- El uso de las EEE se encuentra generalizado a nivel global como una política efectiva para la mitigación del cambio climático. Dicha política, además, se encuentra probada desde hace décadas en todo el mundo.
- En la Argentina, las EEE son reguladas por normas ISO, las cuales varían de acuerdo con el producto al que se refieren.
- Como mecanismo de mitigación del cambio climático se encuentra al alcance de todos los consumidores debido a que no requiere mayor inversión que la inicial. Dicha inversión consiste en la compra de un producto energéticamente eficiente, el cual es reconocible -justamente- a través de la información que provee la respectiva etiqueta.
Normativa citada
- Constitución Nacional, Art. 42
- Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, suscripta en 1992, incorporada por Ley N° 24.295
- Acuerdo de París sobre Cambio Climático, suscrito en 2015, ratificado por Argentina a través de la Ley Nº 27.270
- MERCOSUR/CMC/DEC. N° 26/2007. Política de Promoción y Cooperación en Producción y Consumo Sostenible en el Mercosur, de 28-06-2007. Norma incorporada por el Decreto N° 1289/2010
Bibliografía
Dunlop, T. (2019, October 1). Mind the gap: A social sciences review of energy efficiency. Energy Research and Social Science. Elsevier Ltd. https://doi.org/10.1016/j.erss.2019.05.026
Heinzle, S. L., & Wüstenhagen, R. (2012). Dynamic adjustment of eco-labeling schemes and consumer choice – the revision of the EU energy label as a missed opportunity? Business Strategy and the Environment, 21(1), 60–70. https://doi.org/10.1002/bse.722
Huh, S. Y., Jo, M., Shin, J., & Yoo, S. H. (2019). Impact of rebate program for energy-efficient household appliances on consumer purchasing decisions: The case of electric rice cookers in South Korea. Energy Policy, 129, 1394–1403. https://doi.org/10.1016/j.enpol.2019.03.049
Hutton, R. B., & McNeill, D. L. (1980). Research Issues, Empirical Findings, and Public Policy Implications For Energy Labeling. ACR North American Advances, NA–07. Retrieved from https://www.acrwebsite.org/volumes/9684/volumes/v07/NA-07/full
IPCC. (2019). Calentamiento GLobal de 1,5° Resumen para responsables de políticas, Resumen técnico, Preguntas frecuentes. Retrieved from https://www.ipcc.ch/site/assets/uploads/sites/2/2019/09/IPCC-Special-Report-1.5-SPM_es.pdf
IRAM. (n.d.-a). Etiqueta de Eficiencia Energética de Aires Acondicionados. Retrieved April 6, 2021, from http://www.eficienciaenergetica.org.ar/aire.asp?id=
IRAM. (n.d.-b). Etiqueta de Eficiencia Energética de Heladeras. Retrieved April 6, 2021, from http://www.eficienciaenergetica.org.ar/heladera.asp?id=
Shen, J., & Saijo, T. (2009). Does an energy efficiency label alter consumers’ purchasing decisions? A latent class approach based on a stated choice experiment in Shanghai. Journal of Environmental Management, 90(11), 3561–3573. https://doi.org/10.1016/j.jenvman.2009.06.010
Zhang, G., Zhang, C., & Nie, H. (2021). An Overview of China’s Energy Labeling Policy Portfolio: China’s Contribution to Addressing the Global Goal of Sustainable Development. SAGE Open, 11(1), 215824402098885. https://doi.org/10.1177/2158244020988858
[1] Abogado (Universidad de Buenos Aires). Doctor en Sociología (Universidad John F. Kennedy). Diploma Superior y Candidato a Magister en Derecho y Economía del Cambio Climático (FLACSO Argentina). Docente de Derecho Ambiental y de la Diplomatura en Litigio de Conflictos Sociales y Ambientales de la Universidad Nacional de José C. Paz (UNPAZ).
[2] Por sus siglas en inglés, correspondientes a: Intergovernmental Panel on Climate Change.
[3] Y que es probable que dicho calentamiento global llegue a 1,5°C entre 2030 y 2052 si continúa aumentando al ritmo actual. (IPCC, 2019)
[4] En algunos sistemas, como Corea del Sur, las EEE presentan la cantidad de reducción de emisiones de dióxido de carbono equivalente (CO2e). (Huh, Jo, Shin, & Yoo, 2019) El CO2e es otra forma de expresar el conjunto de al gases de efecto de invernadero.
[5] Incorporada por Ley N° 24.295.
[6] Ratificado por Argentina a través de la Ley Nº 27.270.
[7] MERCOSUR/CMC/DEC. N° 26/2007. Política de Promoción y Cooperación en Producción y Consumo Sostenible en el Mercosur, de 28-06-2007. Norma incorporada por el Decreto N° 1289/2010.
[8] Cf. Convenio de París, de 2015.
[9] La página web de la Secretaría de Energía se encuentra en el siguiente link: [https://www.argentina.gob.ar/energia/eficiencia-energetica/etiqueta]
[10] Respecto de los refrigeradores, la norma vigente para su etiquetado es la IRAM 2404-3:2015, (IRAM, n.d.-b), respecto de los lavarropas, la norma vigente para su etiquetado es la Norma IRAM 2141-3:2017, y respecto de los acondicionadores de aire, dichos equipos son regulados por la Norma IRAM 62406. (IRAM, n.d.-a)
Dr. Presidente de la Comisión de Derecho Ambiental de la Asociación Civil Abogados Unidos