La mañana del 25 de mayo de 1810, la Plaza de la Victoria (actual Plaza de Mayo) amaneció colmada por una multitud, liderada por Domingo French y Antonio Beruti, que exigía la renuncia del Virrey Cisneros y la formación de una junta de gobierno patria. Ante un panorama tan adverso, Cisneros no tuvo otra alternativa que abdicar, lo que dio lugar a la conformación de la Primera Junta de Gobierno. Aquel día, en el Cabildo, se firmó un documento redactado y firmado por personas que lo hicieron en “representación del pueblo”, y que exigía que la soberanía no se delegara en las autoridades coloniales. El primer gobierno patrio había nacido.
Muchos abogados tuvieron un rol determinante en el proceso revolucionario. Cuatro de los nueve miembros de aquella Primera Junta eran legistas: Juan José Castelli, Manuel Belgrano, Juan José Paso y Mariano Moreno. Embebidos en los ideales de la Revolución Francesa dejaron la vida por su patria y fueron esenciales para la construcción de una Argentina independiente y soberana. El artículo primero de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789 versaba que “los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos”. Estas ideas eran incompatibles con el dominio español en el Río de la Plata.